Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna. (R)
olvida tu pueblo y la casa paterna. (R)
Prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor. (R)
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real. (R)
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos. (R)