Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. (R)
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. (R)
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. (R)
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. (R)